domingo, 1 de diciembre de 2013

Un otoño, nada más

Este noviembre  extraño me sorprende 
De una tarde calurosa y inusual,a una nueva semana de 10 dias de grises mojados.

El teléfono se dedica a dejar la noche sin día,
a cortar el tiempo con su sonido, a traspasar la suerte con alfileres finos.

Vuelve a anochecer pronto,
no veo la salida, no puedo transformar mi pensamiento.
Son pocas horas de luz donde apoyarme,
solo quiero arroparme en el sofà y seguir en silencio.

De las gigantes ventanas acristadas no logro salir, ahora llueve, no deja de llover...
quizas mañana amainará esta tristeza, aunque no deje de llover.

las nubes grises flotan en el cielo,y aunque solo esten de paso,
volvere a desear esta misma noche, un otoño nada más.

El color de las hojas quemadas y secas por el sol, revoloteando con el viento, la oscuridad despacio con la luz rojiza de las tardes de 3 horas.

Frio de entre tiempo, que te acostumbra poco a poco, que te acerca al calor del fuego, que te adapta al cambio sin forzar.

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